jueves, 26 de diciembre de 2019

A propósito de la navidad y el mensaje de Jesús

Por Domingo Rodríguez Hilario.

Jeremy Bentham describió al ser humano como una máquina cibernética con dos sensores fundamentales, uno que detecta las sensaciones de dolor y otro de placer. Bajo este precepto John Stuart Mill, economista clásico y uno de los principales ideólogos del capitalismo, dedujo que la finalidad del ser humano era evitar el dolor y conseguir el máximo placer. Está caracterización antropológica simplista ha permeado toda la razón de ser del sistema actual y ha reducido al ser humano a su estatus biológico-natural, con lo que se presupone que las sociedades son equiparables a una jungla darwiniana en donde siempre vence el más apto, el más fuerte y el que mejor hace uso de su sistema sensorial para huir del dolor y abrazar el placer; los valores por excelencia en esta sociedad son el individualismo, el consumismo y el abuso, etc., haciendo del ser humano un sujeto posesivo, hedonista, egocéntrico, muy susceptible de caer en los vicios, los excesos, y por supuesto con felicidades efímeras y vacíos existenciales prolongados.

La navidad por otra parte es la tradición cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús, es "la buena nueva" que según la mitología hebrea anuncia el advenimiento del mesías, del salvador del mundo. Para la quinta parte de la humanidad que vive bajo el influjo del cristianismo esta es una fecha muy importante, mas allá de toda la parafernalia y la orgia consumista que envuelve a la celebración,  ya que nos llama a recordar que el mundo tienen salvación. 

Y a todo esto, qué tiene que ver la navidad con la visión reduccionista del ser humano enunciado en el primer párrafo que nos ha impuesto el modus vivendi dentro de la sociedad global capitalista, o mejor aun, cuál es el significado de la navidad y el mensaje de Jesús en nuestro tiempo, si es que lo hay; o es simplemente, como no lo ha querido hacer ver la propaganda comercial de las empresas, una oportunidad para visitar a nuestros seres queridos, comprar regalos, cenar juntos y consumir alcohol, etc. Yo creo que mas allá de todo eso estas fechas también nos sirven para reflexionar, pero no existe reflexión sin cuestionamiento, así que decidí hacerme los siguiente cuestionamientos a propósito de la navidad y el mensaje de Jesús: ¿Es posible que el ser humano sea solamente un ser biológico que nace, crece, se reproduce y muere o tendrá algunas otras caracterizaciones definitorias y constitutivas? Por otro lado, el placer, el consumo, el abuso, la defensa del interés propio ¿serán los únicos mecanismos que nos dan felicidad o existen otros valores morales y espirituales más elevados que nos permitan el tan anhelado goce existencial? Y por último ¿Es la felicidad el valor más importante del ser humano o existen otras prácticas humanas que nos dan igual o mayor satisfacción y tranquilidad que simplemente estar felices? La respuesta a estás cuestiones tienen que ver con la enseñanza del "maestro", el cual expongo en tres líneas.

Desde mi punto de vista el mensaje fundamental de Jesús, por lo cual debemos de estar alegres, por que efectivamente "nos dio salvación" y de todos los profetas, místicos y sabios de hace más de dos mil años y que se prolonga hasta mil años d.c., (dígase Jesús, Mahoma, Krishna, Lao-Tse, Buda, Confucio, Sócrates, platón y Aristóteles, entre muchos más) tiene que ver con el postulado fundamental de la ética, el amor al prójimo. Sí, la capacidad de sentir el dolor de los demás,  el nivel de empatía, la solidaridad y colaboración entre el homo sapiens. Esta prédica, pero sobre todo la fuerza de su mensaje, no se desarrolló de forma gratuita, tuvieron que ver las condiciones históricas dadas y sus propias vivencias.

Jesús el nazareno era tres veces excluido de su sociedad; uno por ser un judío de la periferia que gustaba de viajar por el mundo (equivalente a un migrante en nuestro tiempo), otra por ser humilde hijo de carpintero (un pobre más del mundo) y la otra por pensar diferente, por ser un rebelde que no creía en esta caracterización antropológica descrita más arriba. El sabía, por su conocimiento mundano y preparación en Egipto y Grecia, que las sociedades humanas trascienden su estatus animal, que el ser humano tiene una característica fundamental y constitutiva, que es la posibilidad de ser empáticos, de sentir el dolor ajeno en carne propia y que está era la razón del por qué el ser humano evolucionaba a velocidades sorprendentes en comparación con las otras especies y que los valores de cooperación, solidaridad y compromiso con los de su especie hacían que este ente fuera un ser extraordinario. Su pensamiento lo podemos reducir en una sola frase “amaos los unos a los otros”, y hoy no hay consigna más poderosa que esta; fue el grito de guerra que hizo temblar a dictadores imperialistas, esclavistas y colonizadores, por eso los fariseos (hipócritas conservadores que hoy siguen deambulando por doquier) lo entregaron, para que “no siguiera multiplicando los milagros”.

Este mensaje tan poderoso sigue teniendo vigencia hoy más que nunca, ya que siguen dominando los imperialistas, el esclavismo asalariado, la enajenación del ser humano; los plutócratas del mundo nos han reducido a la nada, en meros observadores indiferentes, nos han lanzado al vacío existencial, nos han negado el derecho a la felicidad, a la cooperación, al sacrificio y el amor por el prójimo. Nos han legado un mundo de violencia y de injusticias. Por eso es buen momento para reflexionar:  ¿Que estamos haciendo para aterrizar la buena nueva, el mensaje de Jesús? ¿Qué estamos haciendo por transformar el mundo? Porque ésta es la buena nueva ¡Hay que alegrarnos porque el mundo puede ser diferente! no el mundo descompuesto, no el mundo de sufrimiento, también hay un mundo de alternativas, de lucha y sacrificios, en dónde gobierna la razón y el humanismo. Por eso uno de los propósitos fundamentales del ser humano es transformar el mundo, pero recuerden que la transformación siempre comienza por uno mismo. Decía Gandhi: “se tú el cambio que quieres ver en el mundo”.

Feliz navidad y próspero año nuevo para todos mis amigos y contactos.

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